El pasado viernes 23 de marzo el auditorio Víctor Villegas acogió el concierto de Ismael Serrano. El cantautor está actualmente de gira por España con su último trabajo, 20 años Hoy es siempre. Un trabajo con el que quiere celebrar todo este tiempo que lleva en el mundo de la música y agradecer a sus seguidores haber llegado a donde está gracias a ellos.
Durante casi tres horas de concierto (dos y tres cuartos para ser exactos), Serrano hizo un recorrido por su carrera cantando canciones de todos sus discos. Abrió el concierto con Ven y continuó con Las cuatro y diez.
Un elemento destacable y sin duda original fue su diálogo con la rosa. Durante todo el concierto entre una canción y otra hablaba con la rosa de su desván, quien le acusaba de pesimista y dramático y le pedía que cantara alguna canción “más alegre”, y le explicaba su visión sobre el mundo y los sentimientos. También le habló de sus inicios, la primera guitarra que tuvo, sus primeras canciones, la primera vez que presentó una maqueta…
Se pudieron oír también Pequeña criatura y Ojalá. Dedicó Agua y aceite a todos los jubilados que están saliendo a la calle a protestar por unas pensiones dignas, y mostrando todo lo que nos queda todavía por aprender de ellos. Tampoco se olvidó de la lucha que se está librando en Murcia contra el muro, por lo que dedicó La llamada a todos los vecinos que pelean día a día, animándolos a no desfallecer. Momentos sin duda muy especiales que encontraron el clímax con Papá cuéntame otra vez. Ésta última la introdujo diciendo a los asistentes más jóvenes que debían luchar para cambiar la situación actual, que quizá su generación ya no llega a tiempo de cambiar las cosas, pero la nuestra sí y no podemos desaprovechar la oportunidad, debemos luchar por un futuro mejor. Fueron momentos que sin duda pusieron al público los pelos de punta, y con razón.
Cuando el artista se despidió y el concierto se creía acabado, los asistentes comenzaron a pedir más canciones y Serrano, aunque se hizo un poco de rogar, volvió a salir al escenario y ofreció otros veinte minutos para el disfrute de sus seguidores.
En definitiva, una noche llena de emociones y recuerdos para más de uno que culminó con el público murciano en pie ovacionando al cantautor.
Inés Sánchez-Manjavacas Castaño.