Por: Fátima Agra
Historiadora del Arte
El arte urbano tiene cada vez más reconocimiento dentro del ámbito cultural actual, convirtiéndose en uno de los estilos artísticos más llamativos y atractivos para muchos. Por ello, desde hace unos años, el Ayuntamiento de Murcia ha decidido transformar las calles en un museo al aire libre, fomentando el trabajo de los artistas del spray.
Con el nacimiento de la iniciativa de la Oficina Municipal del Graffiti, este arte empezó a poblar los muros de la ciudad, pasando de ser una actividad anteriormente catalogada como “vandalismo” o “gamberrada” a ser un lavado de cara para los edificios menos atractivos.
La Oficina Municipal del Graffiti cuenta ya con más de cuarenta pinturas, convirtiéndose en un punto de referencia para los amantes del aerosol, y muchos de ellos pertenecen a artistas de renombre, tanto nacionales como internacionales, que han querido dejar su huella en nuestra Región.
De la cantidad de pinturas que podemos encontrar callejeando, destacamos la sede de la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM), en cuyos muros exteriores se pueden contemplar obras tan impresionantes como las de Dale Grimshaw, con su característica temática enfocada en las culturas indígenas; el tinerfeño Feoflip, cuya seña de identidad es la biomecánica (seres vivos fusionados con la robótica); XAV, un asturiano que recurre a las temáticas del mundo marino dándole un carácter realista a sus obras; Mayoly, artista francesa que realiza sus obras utilizando fragmentos de papel que pega en el muro para luego darle color con el spray; Carlos Callizo, que deja su huella con un mural de 72 metros cuadrados de carácter colorista e impresionista; o el portugués Federico Draw, especialista en retratos realistas de gran tamaño. Este conjunto de graffitis del FREMM surgió de la exposición “De la calle al museo” organizada por la Oficina Municipal del Graffiti en colaboración con el Murcia Street Art Project (MSAP) y el Museo de Bellas Artes.
Además, podemos continuar el recorrido por este museo pasandonos por las antiguas cocheras de Latbus, donde el artista alicantino Tom Rock dejó plasmada una de sus obras más rebeldes; en la piscina del Infante podemos ver algunos murales de Zai y de Come1; en el Barrio de Santa Eulalia disfrutamos del arte de Pang, un grafitero londinense que ayudó a transformar estas calles en lo que hoy en día son; y la calle Polo de Medina, que cuenta con dos magníficos y coloridos murales, cortesía de la artista suiza Sofía Frei, más conocida como SoFreeSo, plasmando un retrato femenino con motivos florales, y el brasileño Luis Seven Martins (L7M), teniendo el mundo de las aves muy presente en sus obras de gran tamaño.
A esta retahíla de obras de arte, se ha sumado la artista gallega Lula Goce, quien ha plasmado el pasado mes de diciembre, a una mujer con motivos florales, en uno de los laterales de un edificio en la Plaza de Santa Catalina, ocupando unos trescientos veinte metros cuadrados. Este mural muestra la unión de la pureza humana, representada en la muchacha vestida de blanco, y la naturaleza, representada en las flores que la rodean.
Por último pero no menos importante, en la fachada del centro cultural de Puertas de Castilla, el artista brasileño Eduardo Kobra dejó su huella en la ciudad, siendo Murcia la primera en recibir uno de sus murales, reconocidos mundialmente. Kobra dejó en la Región un lienzo de doscientos metros cuadrados en los que se representa al artista surrealista, Salvador Dalí, con el característico estilo geométrico colorista del grafitero.
Muchos ya se han acercado a fotografiar estas enormes obras de arte que conforman en la actualidad un recorrido por el arte urbano nacional e internacional en la ciudad de Murcia, ¿a qué esperáis para visitarlas?