Año 825 de nuestra era, el 25 de junio, el emir Abderramán II descubrió las posibilidades de un asentamiento a orillas del Río Segura, hay quien dice que era un asentamiento anterior pero no hay pruebas de ello, tal vez la principal confirmación de la existencia de ese poblado sea el nombre, los árabes la nominaron Tudmir, no obstante prevaleció una denominación anterior Mürsiya, del que deriva Murcia y se asume su condición de su condición de topónimo latino. Hay historiadores que opinan que en realidad ese día lo que se estableció es la capitalidad sobre una ciudad ya existente.
La ciudad creció al amparo del río, con una fértil huerta que la abastecía, llegando a ser el principal Reino de Taifas a mediados del siglo XI bajo el mandato de Muhámmad ibn Mardanís, el Rey Lobo. Las posesiones del reino iban desde la provincia de Tarragona hasta cerca de la de Huelva, con capital en la actual Murcia, repitiéndose la capitalidad de Murcia con Ibn Hud llegando a conquistar Córdoba. En 1266 Alfonso X pidió a su suegro Jaime I la conquista de la ciudad para Castilla (Jaime I era Rey de Aragón) poniendo fin a 400 años de dominio musulmán sobre la ciudad.
El ayuntamiento de Murcia se ha propuesto poner en valor la rica historia (desgraciadamente mutilada irreparablemente durante años) de una ciudad próxima ha cumplir los 1200 años de vida. Ese es el objetivo de el Centro de interpretación de Madina Mürsiya, un recinto de 160 metros de recorrido y más de 1100 metros cuadrados de superficie. El concejal de turismo nos mostró el pasado viernes lo que los visitantes podrán encontrar cuando visiten unas excavaciones sitas en la Plaza de Santa Eulalia.
Aquellos que se sumerjan en las catacumbas de la ciudad descubrirán que la misma no sólo ha crecido en superficie, también se eleva varios metros sobre el anterior asentamiento. Encontraran diferentes tipos de enterramiento, La Puerta de las siete puertas, y el imponente entramado defensivo que protegía una ciudad poderosa, temida y amada. Una ciudad que hace algo menos de 1000 años fue clave en la evolución de la España que hoy conocemos. En 2016 se cumplieron 750 años del fin del dominio árabe sobre la ciudad, tan importante que hoy encontramos aún grandes obras realizadas en ese periodo, y el comienzo de la integración de Murcia en los reinos cristianos dentro de la Corona de Castilla, pero eso es otra historia, la de Madina Mürsiya -hasta ahora enterrada a tres metros y medio de profundidad- la podremos conocer y visitar en breve en el centro interactivo de la Muralla de Santa Eulalia.