De Ángel Tomás Tomás.
Imagina por un momento que tú y tus amigos del colegio escribís un libro en el que se explica como la tierra es atacada por una malvada organización terrorista que pretende acabar con la humanidad, y en el que tú y tus amigos debéis asumir el rol de defensores de la justicia y acabar con esta organización para salvar el mundo. Muy propio de niños ¿verdad? Ahora imagina que, ya de adulto, lo que escribiste se vuelve real, que se están produciendo los primeros ataques contra ciudades y que tienes que juntar de nuevo a tus amigos del colegio para averiguar quién está llevando a cabo lo que pone en el libro y salvar el mundo. Amigos, bienvenidos a 20th Century Boys.
Escrita por Naoki Urasawa, “20th Century Boys” nos cuenta la historia de Kenji Endo y sus amigos, adultos corrientes que tendrán que dejar de lado sus trabajos y sus vidas aburridas para tratar de descubrir quién, de entre todos sus antiguos compañeros de la escuela, está llevando a cabo las predicciones que escribieron de pequeños en su “Libro de las profecías” cuando eran niños, un cuaderno en el que relataron como una malvada organización soltaría un virus mortal en las principales ciudades del mundo y que finalmente acabaría con la humanidad el 1 de enero del año 2000. Paralelamente a esto, una misteriosa organización de carácter sectario dirigida por un tal “Amigo”, quien parece ser el responsable de estos ataques, está creciendo cada vez más y más…
Con esta premisa, lo primero a comentar de este increíble manga (cómic japonés) es que no es el típico shonen (manga o anime de acción) con su adaptación al anime y una inmensa horda de fans con sus camisetas y accesorios de sus personajes y logotipos, sino más bien un seinen (manga enfocado a adultos). Hoy por hoy, muchísimas series se valen de diseños y personajes llamativos y estéticos que den para merchandising para hacerse ver, de manera que si caminas por cualquier evento de manga o similares acabas conociendo ciertas series solo por sus productos antes que por oír comentar a alguien lo buena que es. En este aspecto “20th Century Boys” se desmarca de la media, ya que es un producto más adulto y de calidad que no genera tanto merchandising como las series más juveniles en boca de todos los fans del manga y el anime, por lo que está limitado a un público más específico. Sin embargo, y aun con esto en su contra, consiguió alcanzar la fama internacional y el reconocimiento de la crítica y el público.
Se trata de una obra de misterio e intriga, una historia humana, una pequeña joyita que ha alcanzado notoriedad dentro y fuera de su país por su increíble trama, junto con unos personajes con los que cualquiera se puede identificar y que, sin que nos demos cuenta, representan un rasgo nuestro en mayor o menor medida. Podemos ver a los que fueron héroes en el colegio y que ahora solo viven para trabajar, a aquellos que nunca pudieron superar ciertas experiencias, a los que las situaciones difíciles obligaron a encontrar el valor que tenían escondido, a los que huyeron y volvieron etc. Además, podemos ver la evolución de cada uno de ellos.
Otro aspecto increíble del manga es la enorme cantidad de tiempo que dura la historia, no solo por la cantidad de tomos (24), sino porque ésta abarca la friolera de casi 50 años en la línea del tiempo, lo que sumado a la gran cantidad de personajes y de acontecimientos que ocurren permite al espectador ser partícipe de la evolución de la historia, el paso del tiempo y los cambios culturales y político-sociales que van ocurriendo. Desde la tierna infancia del colegio hasta la madurez adulta, a cada giro de guión, cada nueva página nos ofrece un nuevo misterio, otros que se resuelven, nuevos personajes, otros que se reincorporan a la historia y hasta múltiples referencias a la cultura popular.
Si eres amante de los guiños y las menciones a otras obras, te encontrarás como en casa leyendo 20th Century Boys. Urasawa rememora su infancia y aquello que más le marcaron tanto a él como a la época en la que le tocó vivir incluyendo constantes menciones a las revistas para niños que leía de pequeño; las series de animación que veía; los principales actos culturales que vivió cuando era joven, como la famosa “Expo 70” de Osaka, titánico evento presente en toda la obra; o la música que escuchaba. Porque chicos, en Japón, el rock ya se llevaba en los años 70, y Urasawa nos lo recuerda con canciones de “The Beatles” o “T-Rex”, cuyo hit, “20th Century Boy”, es una constante en toda la historia y constituye el himno de la obra.
Por último, otra cualidad que me ha encantado de la obra y que dice mucho de su capacidad de atrapar al espectador, es que el conjunto de todo lo que ya he mencionado, la convierte de sobra en una obra sumamente inmersiva que no podrás parar de leer. Los misterios son constantes, la tensión, las dudas y los giros de guión están asegurados; pero sobre todo, el querer saber qué pasará en la siguiente página, qué nuevo misterio se resolverá y cómo seguirá avanzando la historia te perseguirán tan pronto como entres en ella. Acción, intriga, héroes, villanos, infancia, madurez, rock and roll, salvar el mundo. Pasen y lean, el entretenimiento está servido.