El pasado sábado la asociación UEPEMUR unió a diferentes personalidades tanto dentro de los profesionales como de las entidades encargadas de invertir para financiar esos eventos que tan distantes nos parecen desde aquel lejano marzo.
Era un evento muy complicado, las medidas de protección se extremaron para cumplir a rajatabla todas las recomendaciones higiénicas y de distanciamiento. Asientos individuales separados dos metros, backline individual para cada grupo o músico, limpieza en cada cambio de escenario, sin barras de bebida. Un evento que sirvió tanto para demostrar que se pueden hacer conciertos, como para enseñar las pequeñas dificultades que habría que salvar. En la actualidad es mucho más viable hacer actuaciones con un sólo miembro en el cartel que con varios. Mantener dos metros de distancia sentados también tendrá dificultades para hacer atractivo un concierto.
La música en si fue lo menos importante de lo más importante. Diego Martín, Mavica, PBSR y Belter Soul enseñaron sobre el escenario que el potencial melódico de la región es la envidia de toda España. Rozalen, Funambulista o Nada Surf pusieron en valor una Murcia que tiene una imagen cultural por la que la gran mayoría de los que lo conocen reconocen que somos un ejemplo a imitar, tanto por su escena como por sus profesionales.
Esos profesionales son reclamados por los músicos más importantes para que los acompañen en sus conciertos, Murcia es parada obligada en las mayores giras nacionales (incluso son varios los que han tomado como amuleto el iniciarlas en la región).
¿Es viable hacer conciertos como el sábado? no nos engañemos, es completamente inviable. Fueron 9 canciones (contando las que interpretaron online Funambulista y Nada Surf) en casi 2 horas -está claro que a nadie se le va a ocurrir hacer en la actualidad conciertos en el que cada artista haga sólo un par de canciones- .
¿Hacerlos sentados a 2 metros de distancia alrededor? veremos aforos reducidos, se buscará algún control en la entrada e incluso es posible que se exija un archivo nominal de las personas que han acudido a cada evento para controlar posibles brotes, pero no tardaremos en ver anunciados eventos que se asemejen a lo que antes del confinamiento.
Que nos quedó en definitiva del concierto del sábado. Las ganas que tenemos de volver a la música en directo, el gran nivel musical de la región y que las actuaciones en vivo pueden volver con unas condiciones mínimas de seguridad. No recuperaremos la normalidad hasta que las medidas para ver un concierto sean lo más parecidas a las que teníamos antes de la pandemia, seguro que volverá pero aún no está cerca, aún así fue un experimento interesante y que seguramente va a ser la espoleta necesaria para recuperar la música en directo.