Por Jesús Conesa
Noche de sábado en Sala Mamba!, en esta ocasión el rock andaluz más transgresivo de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba acompaña la velada. La banda sevillana hacía parada en uno de los últimos conciertos de su gira “Hilo Negro”. Puntuales como un reloj bajan las luces de la sala y los seis integrantes de la formación salen al escenario. El público hace retumbar la sala y pronto sonidos de rock psicodélico inundan el ambiente. La puesta en escena es sencilla pero grotesca al mismo tiempo. No les hace faltar utilizar pantalla luminosa ni efectos especiales, ya que la cantidad de instrumentos y material que hace falta para su directo inunda el escenario. A lo largo de toda la noche no podía parar de fijarme en la cantidad de aparatos, sintetizadores y pedales que solo conocía de videos de YouTube con los que contaban para dar cuerpo a cada melodía. No es para menos porque este grupo cuentan con un estilo tan propio como el nombre de la banda, ellos mismos le hacen llamar “Kinkidelia”.
El repertorio no pudo ser más completo, alrededor de dos horas en la que ninguno de los integrantes dejo una gota de aliento en ningún instante. Como he comentado antes, la puesta se da un aire a una jam session en la que cada músico sea totalmente diferente, pero al actuar sea totalmente lo contrario. El show está ensayado al detalle, haciendo que cada efecto aplicado su música a través de sintetizadores y efectos sonoros suene más que bien en cada momento de la canción. Sin embargo, si algo hay que destacar es la potente voz de Dandy Piranha, que en uno de los trances más bonitos de la noche y con el solo acompañamiento de la guitarra de Bacca se atrevió a versionar al mismísimo Camarón, recitando los versos de Federico García Lorca en una particular y cover de Nana del Caballo Grande.
A lo largo del directo, la banda supo lucirse en cada uno de los palos musicales que tocan, tanto la fusión de flamenco y funky de “Aliento de dragón” como los sonidos más psicodélicos y oscuros de canciones como “Gitana” o “El Valle”. El setlist dejaba espacio para que cada uno de los miembros del grupo tuviese su ocasión de protagonismo.
Como era de esperar el show terminó por todo lo alto, tanto Dandy, cantante, como Gringo, guitarrista, se lanzaron al público en las últimas canciones para cerrar lo que había sido una completa noche de Kinkidelia.